miércoles, 28 de julio de 2010

BOLIVAR NO EXISTE

Por: Danilo Contreras.


Durante años, meros ciudadanos como Usted o yo, amable lector, hemos sido testigos resignados, quizás indolentes, de la epopeya de saqueo, exacciones y despropósitos de que ha sido objeto la Gobernación de Bolívar. La prueba irrefutable de este drama es la convocatoria a elecciones atípicas para el próximo 5 de septiembre.




No conozco un programa, un proyecto, o una iniciativa cuando menos, acometida por las últimas administraciones que hubiese tenido un impacto notable en el desarrollo cultural, social y económico del departamento o que propicie la integración efectiva del Distrito de Cartagena con los restantes municipios bolivarenses; contrario a ello los escándalos y denuncias por despilfarro del tesoro departamental han sido el traje de fatiga que cubre todas las noticias que emanan del palacio de la Proclamación.

Gobernantes envainados por sus vinculaciones con financistas espurios de las campañas, secuestrados e hipotecados por los intereses de sus padrinos políticos y finalmente confinados al olvido por cuenta de las condenas penales y disciplinarias que cargan como un yugo infamante, ha sido la constante indecorosa que debe llenar de consternación a todo aquel que se reconozca ciudadano cartagenero y bolivarense.

Hoy Bolívar no existe, o cuando menos no debería existir como entidad territorial de la manera indigna en que se nos ha presentado durante los 3 últimos lustros. No existe como institución encargada de coordinar la prestación de servicios nacionales en el territorio departamental, no existe como promotor de políticas de apoyo al desarrollo de los municipios que lo componen, no existe como gestor de la educación, de la salud, de la cultural, como líder de la generación de empresa y empleo o de la provisión de agua y alimentos.

Lo que hemos tenido en la Gobernación Departamental no es más que el prostituido botín de fracciones políticas tradicionales que una a una se turnaron para entrar a saco en sus derruidas arcas.

Sin embargo frente a esta patética realidad, con alegre y alarmante cinismo, los trajinados dirigentes de la política departamental han elevado un clamoroso llamado a la unidad a efectos de mantener incólume su poder sobre la hacienda y el presupuesto de Bolívar. Lo peor es que ciegos a estas perfidias, muchos conciudadanos seguirán avalando con su voto esta minuciosa maquinaria de latrocinio.

Yo por mi parte votaré por DIONISIO MIRANDA palanquero y abogado litigante, defensor de comunidades marginadas, que agita un discurso por la dignidad y la recuperación del decoro en la administración departamental. Lo hago como un homenaje simbólico y material a nuestra “africanía” y a la emancipación postergada de los postergados.

Espero firmemente que su victoria se cierna sobre la rapiña de los grupos politiqueros que deciden el candidato que repartirá mejor el botín y que el mandato que reciba de la ciudadanía libre e inteligente de Cartagena y Bolívar, no quede defraudado ante el admirable reto que el destino le ha impuesto.

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